Las anorexias, las bulimias y la obesidad -expresiones inquietantes del padecimiento actual por su carácter cuasi endémico- se han transformado en un campo de estudio específico que puede enriquecerse con el aporte de conocimientos de otras áreas del saber en una perspectiva interdisciplinaria, sin perder la especificidad clínico-psicológica que le compete.
Lecturas del malestar
Ya inmersos en este milenio, hay infinidad de alternativas terapéuticas con una cantidad igual de herramientas que se ofertan indiscriminadamente. Se hace imprescindible para el psicólogo diagnosticar en detalle y dosificar el uso de las mismas sin perder los principios éticos que desde siempre orientaron al psicoanálisis en su aplicación a la psicología clínica: el caso por caso y la dignidad del sujeto por sobre cualquier saber preestablecido o trastorno conductual.
El trastorno del lenguaje en los niños se refiere a problemas ya sea con: Comunicar su significado o mensaje a otros (trastorno del lenguaje expresivo) o Entender el mensaje proveniente de otros (trastorno del lenguaje receptivo). Algunos niños sólo tienen un trastorno del lenguaje expresivo. Otros tienen un trastorno mixto del lenguaje receptivo y expresivo, lo que quiere decir que tienen síntomas de ambas afecciones. Los niños con trastornos del lenguaje pueden producir sonidos y su discurso se puede entender.
Solemos pensar que nuestro cerebro es una máquina perfecta pero lo cierto es que no es así, comete muchos errores y ni siquiera nos percatamos de ellos. Nuestra mente está llena de estereotipos y creencias, que mediatizan la manera en que comprendemos y vivimos el presente. Esas experiencias pasadas terminan convirtiéndose en una cárcel que nos limita y hace que cometamos errores.
En la Higiene Natural, existe un dicho, “Si no puedes hacer una comida de un ingrediente, seguramente no es comida para la gente”. Cuando las personas escuchan esta frase, comúnmente la consideran draconiana e idealista, ya que virtualmente excluye a todas las especias, sazonadores y condimentos. Sin embargo, piénsalo un poco: ninguna criatura en la naturaleza sazona sus alimentos, ni siquiera tienden a combinar más de un alimento en una comida (al menos no por propósitos de placer gustativo).